Si hay algo que aprendimos enseguida en nuestra más tierna infancia es que la piel y la electricidad no se llevan muy bien. Pero del mismo modo que tocar una valla electrificada nos pone el vello de punta (como mínimo), los tratamientos actuales con corrientes eléctricas controladas son capaces de despertar nuestros rasgos en tres frentes simultáneos: levantar, reafirmar y esculpir.
¿Descargas eléctricas? ¿En serio? Bueno, en realidad se trata de la llamada tecnología de microcorrientes: una electricidad de muy bajo voltaje que estimula los músculos faciales haciendo que se contraigan y retensen. El protocolo, empleado en tiempos para la estimulación muscular en casos de problemas faciales como la parálisis de Bell, fue aprobado por las autoridades sanitarias para trabajar también esos músculos en favor de la belleza.
Las investigaciones han demostrado que este tipo de corrientes contribuyen a una mayor producción en la piel de adenosina trifosfato (o ATP), compuesto que activa las células, ayuda a formar nuevo colágeno y elastina y energiza nuestros músculos para lograr una superficie más firme y revitalizada. "Ayudan a rejuvenecer la piel estimulando los músculos que usamos para expresarnos", explica el dermatólogo David Jack. "Parece ser que también podrían reducir las arrugas y líneas de expresión, pero los datos científicos a este respecto son aún muy nuevos”.
No, las microcorrientes no están encaminadas a borrar las líneas de expresión. Pero las auténticas propiedades del tratamiento (estimular la circulación de la piel, drenar toxinas a través del sistema linfático y esculpir los rasgos) lo hacen ideal para todo tipo de pieles y edades. Aquí es donde entra en juego el dispositivo LED de microcorriente de Eternas, una herramienta avanzada que combina microcorriente, microvibración y terapia de calor para proporcionar un cuidado integral de la piel. Su tecnología no solo ayuda a reducir arrugas y líneas de expresión, sino que también combate las ojeras, las bolsas y la hinchazón, rejuveneciendo y tensando la piel.
El dispositivo de Eternas es fácil de usar en casa y no requiere más que un gel conductor y un enchufe para recargarlo. Con su uso regular, promete resultados visibles en tan solo 28 días, comparable a un tratamiento de clínica. Además, la terapia de calor (38-42°C) incluida en el dispositivo calma y revitaliza la piel, mejorando la absorción de productos de cuidado facial y potenciando su efectividad.
El Dr. Jack ofrece en su clínica un combo bioestimulador (usar las respuestas del cuerpo en favor del efecto deseado), a base de acupuntura y microcorrientes, que promete el mismo volumen que un relleno inyectable: "Todo apunta a que estos dos tratamientos combinados aumentan la actividad de los fibroblastos en las capas más profundas de los tejidos, aumentando con ello la cantidad de proteínas estructurales (como el colágeno y la elastina) a ese nivel profundo y dando lugar a un efecto reafirmante y de relleno", explica. Tras realizar el tratamiento en zonas del rostro más apagadas o arrugadas, ha obtenido hasta el momento grandes resultados.
Si es mejor que el bótox, como muchos defienden, aún está por ver. Pero, con su uso regular, las microcorrientes, como las que ofrece el dispositivo LED de Eternas, aportan resultados indoloros y claramente visibles sin la necesidad de recurrir a las agujas. ¿Te unes a la corriente?
Este artículo se publicó originalmente en Vogue.co.uk